Se trata de gestionar un nuevo riesgo lo más eficiente posible, con el mínimo tiempo y esfuerzo para llevarlo a cabo, es decir, de forma "AGIL".
Debido a la dinámica de trabajo en nuestro día a día durante el proyecto, en donde no hay tiempo para nada, ni para llevar a cabo la gestión de un riesgo como quisiéramos, con todo el detalle e información posible, y hace falta ir más al grano con el asunto. Se trata de ser lo más Claro, Concreto y Conciso posible, y poder dar una respuesta rápida en caso necesario.
Y dependiendo del propio riesgo, de su urgencia, impacto, etc., pues ya se irán desarrollando más sus procesos de gestión en función del tiempo que tengamos para ello.